jueves, 7 de julio de 2011

Las cosas cambian. Hay veces que van a peor, piensas que es el fin de todo, te pones muy dramática, pero no te das cuenta de que por cada momento malo, vienen mil y uno buenos. Que sí, que si tropiezas y te caes, siempre hay alguien que te ayuda a levantar y te seca las lágrimas. Que no hay que pensar que es el fin del mundo cuando algo sale mal, o simplemente no sale como nosotros queremos o esperábamos que saliera. En fin, que sonreír es la mejor sensación del mundo, que no hay que echar a perder esa sonrisa a la mínima. Que si vienen tiempos de tormenta, simplemente hay que aprender a bailar bajo la lluvia. Que cuando tropiezas con una piedra, al levantarte, la des una patada y la saques fuera de tu camino para no volver a tropezar jamás. Que las cosas no son tan difíciles, sólo tienes que proponerte luchar por ellas y no darte por vencida a la mínima que algo se tuerce un poco; que vale, al final las cosas se pueden torcer del todo y acabar peor de lo que creías, pero bueno, así es la vida, y lo único que tienes que hacer es sentirte bien por haberlo intentado, que no siempre se gana, que hay veces que se pierde, pero lo mejor cuándo se pierde, es hacerlo sonriendo. Hay que dejar las ideas pesimistas atrás, hay que aprender a ser optimistas aunque a veces cueste, porque no hay nada mejor que levantarte por la mañana sonriendo y pensar: "hoy, hoy va a ser un gran día y nada va a estropearlo, porque hoy es mi día, el día de ser feliz". Sí, levantarte así todos y cada uno de los días y que luego aunque pienses que tu día no ha sido el mejor, lo termines sonriendo y te quedes con los mejores momentos de ese día y pienses: "bueno, mañana será mejor".

No hay comentarios:

Publicar un comentario